A la hora de contar con un dinero extra considerable, siempre surge el eterno dilema de amortizar la hipoteca, ahorrar o invertir. Cualquiera de las opciones puede ser viable, pero primero hay que tener en cuenta no solo nuestra situación personal, sino también el contexto económico del momento.
Hasta hace unos años la decisión estaba clara: quien tenía un dinero extra ahorrado, reducir la deuda pendiente de la hipoteca era la mejor opción. Sin embargo, actualmente en Euríbor, el índice de referencia del tipo de interés promedio al que los bancos europeos dicen concederse préstamos a corto plazo; entre ellos para prestárselo a terceros, están en negativo.
Este tipo de interés es muy utilizado como referencia para los préstamos hipotecarios que inciden de forma determinante en el precio final de la vivienda.
Al estar bajos los intereses, quizás resulta mejor la opción invertir en un producto de ahorro o de inversión en el corto plazo con el objetivo de obtener rentabilidad y usarlo más adelante cuando los intereses suban, para adelantar capital de la hipoteca.
¿Qué es la amortización de la hipoteca?
La hipoteca, aunque resulta en un préstamo muy grande, es para muchos el único camino a cumplir el sueño de la casa propia. Con el fin de achicar un poco esta deuda, muchos deciden amortizarla. Esto consiste en pagar dinero extra en el préstamo inmobiliario con el fin de achicar las cuotas mensuales y recortar la duración del crédito.
❯❯❯ Para quienes firmaron la hipoteca antes de enero de 2013, pueden desgravar la inversión que hagan en su vivienda, obteniendo mayor rentabilidad gracias al reembolso anticipado que con cualquier inversión.
❯❯❯ Pero para quienes firmaron después de enero de 2013, se presentan otra serie de opciones; una de ellas es rentabilizar ese dinero extra con algún depósito o cuenta de ahorro que tenga un interés superior al préstamo. Aunque es muy difícil encontrar un producto de estas características.
Otra opción es hacer una inversión de alto riesgo a largo plazo como bonos, acciones, fondos, etc. Pero para ello, no debes necesitar el dinero por un tiempo prolongado y además, asumiendo qué no es una inversión segura, sino más bien una apuesta.
¿Cuál es la opción más conveniente?
Muchas personas toman la decisión con base en cuán importante es para ellos librarse de esa hipoteca. Lo más aconsejable es comparar el interés de tu hipoteca con el porcentaje de rentabilidad que podrás obtener invirtiendo a largo plazo en un producto financiero. La diferencia en esta ecuación te dirá cuál de las posibilidades es más rentable en tu caso.
Cuanto más barato sea tu préstamo, menor será el incentivo para amortizarlo antes de tiempo y mayor para invertir los ahorros en otros productos financieros que puedan ofrecer mucha más rentabilidad.
Si decides amortizar la hipoteca, primero debes revisar las condiciones del préstamo para saber si tiene o no penalizaciones por amortización total o parcial. Esto se conoce como comisión por amortización e implica pagarle al banco un porcentaje del valor amortizado.
El costo de la comisión depende de si es una hipoteca variable o fija. Amortizar la hipoteca los primeros años suele resultar más costoso, aunque hoy en día es común encontrar hipotecas que pagan al 2% o menos inclusive. Ante este panorama es conveniente analizar si conviene pagar el crédito o invertir el dinero para ganar con el diferencial.