Cuando se trata de elegir una plataforma de movilidad para desplazarse por la ciudad, el precio es uno de los factores más importantes para los usuarios.
Uber y Cabify son dos de las opciones más populares, pero ¿cuál de ellas ofrece un servicio más económico? La respuesta no es sencilla, ya que depende de varios aspectos, como las tarifas, los suplementos, la demanda, el tiempo y la distancia del trayecto. Veamos cómo se comparan estos dos servicios en diferentes situaciones.
Comparación de tarifas y suplementos
Uno de los principales elementos que determinan el precio de un viaje es la tarifa base, que es el costo mínimo que se cobra por cada servicio. Según un estudio realizado por Unocero, la tarifa base de Cabify es de 10 euros, mientras que la de Uber es de 15 euros. Esto significa que, en general, Cabify es más barato que Uber para viajes cortos.
Otro factor que influye en el precio es el costo por kilómetro y por minuto, que se suma a la tarifa base según la distancia y el tiempo del viaje. En este caso, Cabify también tiene una ventaja sobre Uber, ya que su costo por kilómetro es de 4 euros, y su costo por minuto es de 2.5 euros, mientras que Uber cobra 6 euros por kilómetro y 3 euros por minuto.
Esto implica que, en promedio, Cabify es un 52.69% más económico que Uber, y Didi es un 15% más caro que el servicio norteamericano.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que Uber y Didi tienen una tarifa dinámica, que se ajusta según la oferta y la demanda de los usuarios. Esto significa que, en momentos de alta demanda, el precio puede aumentar considerablemente, mientras que, en momentos de baja demanda, puede disminuir.
Cabify, en cambio, tiene una tarifa estática, que solo depende de la distancia recorrida, y que se muestra desde el principio al usuario.
Además, hay que considerar los posibles suplementos que se pueden aplicar al precio final, como los de cancelación, aeropuerto o zona de alta demanda. Cabify no cobra ninguno de estos suplementos, mientras que Uber y Didi sí lo hacen.
Por ejemplo, Uber cobra 40 euros por cancelar un viaje después de 5 minutos de haberlo solicitado, o 20 euros si el conductor cancela después de 10 minutos de haber aceptado el servicio. También cobra 60 euros por recoger o dejar a un pasajero en el aeropuerto, y un porcentaje adicional por viajar en zonas de alta demanda.
Comparación de calidad, seguridad y disponibilidad
El precio no es el único factor que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un servicio de transporte. También hay que valorar otros aspectos, como la calidad del servicio, la seguridad, la disponibilidad, la variedad de vehículos y la atención al cliente. En este sentido, tanto Uber como Cabify tienen sus ventajas y desventajas, que pueden influir en la decisión de los usuarios.
Por ejemplo, Uber tiene una mayor presencia internacional, y opera en más de 70 países y 10.000 ciudades, mientras que Cabify solo está en 11 países y 40 ciudades. Esto puede ser un factor importante para los viajeros frecuentes, que quieren tener la misma aplicación en diferentes destinos.
Además, Uber ofrece más tipos de vehículos, como UberX, Uber Black, Uber Pool o Uber Eats, que se adaptan a las necesidades y preferencias de cada usuario. También tiene una mayor disponibilidad de conductores, lo que reduce el tiempo de espera.
Por otro lado, Cabify se destaca por su compromiso con el medio ambiente, ya que compensa las emisiones de CO2 de sus viajes con proyectos de reforestación.
También tiene una política de cero tolerancias al alcohol y las drogas, y ofrece un seguro de responsabilidad civil a todos sus pasajeros.
Asimismo, Cabify permite personalizar el viaje, eligiendo la música, la temperatura o el tipo de conversación con el conductor. También tiene una mejor reputación en cuanto a la calidad y la limpieza de los vehículos, y la amabilidad y profesionalidad de los conductores.
En conclusión, no hay una respuesta definitiva a la pregunta de qué servicio de transporte es más económico, Uber o Cabify. Depende de varios factores, y, sobre todo, de las preferencias de cada usuario.
Lo mejor es comparar las opciones disponibles en cada momento, y elegir la que más se ajuste a las necesidades y el presupuesto de cada uno. Ambos servicios tienen sus pros y sus contras, y lo importante es encontrar el equilibrio entre el precio y la calidad.